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viernes, 22 de marzo de 2013

Picogordo (Coccothraustes coccothraustes)


Coccothraustes coccothraustes 18 cm.


El poderoso pico de esta ave, accionado por músculos altamente desarrollados, le permite producir una fuerza trituradora de 25 a más de 40 kilos para abrir los huesos de cerezas, que son uno de sus alimentos favoritos en otoño e invierno.
El Picogordo, el mayor de los fringílidos españoles, cría en bosques caducifolios y en huertos de frutales, grandes jardines y lugares arbustivos salpicados de árboles. Son aves ariscas que prefieren posarse en las ramas más elevadas de árboles altos. En visitas de forrajeo al suelo, saltan más bien pesadamente. En invierno a menudo se desplazan a terrenos más abiertos, formando pequeños bandos para comer.

Su canto es débil, renqueante y rara vez se oye; pero en vuelo tiene un sonoro y distintivo «tsicc» metálico. La parada nupcial del macho, que en esta época se muestra particularmente agresivo y nervioso, incluye esponjamientos de las plumas de la cabeza y pecho, reverencias y caídas de alas, mientras la hembra se encara con él demostrando su instinto agresivo y dominador. Algunas veces la pareja toca sus picos en lo que parece ser un beso.



Identificación: Partes superiores pardo rojizas, inferiores color melocotón; babero negro y alas con hombros blancos; blanco en alas y cola visible en vuelo; pico muy grande, azul grisáceo en verano y amarillo en invierno; hembra más apagada.
Nidificación: La hembra construye un nido en forma de copa, de raicillas y hierba con basamento de ramitas y musgo, normalmente en rama alta; a veces revestido con pelos o fibras; pone, de abril a mayo, de 4 a 6 huevos verde azulado claro o verde grisáceo con marcas pardo oscuro; incubación, sólo por la hembra, de unos 12 días; los pollos, cebados por ambos padres, dejan el nido tras unos 15 días.
Alimentación: Pepitas de frutos y semillas grandes; a veces majuelos y hayucos; ocasionalmente insectos.
Hábitat: Bosques.


Texto extraído de la web; www.pajaricos.es



 Macho

 Hembra



 Macho


Hembra
 



 

lunes, 11 de marzo de 2013

Infraganti. Urraca (Pica pica)




Urraca (Pica pica) 46 cm.

Cola de 20 a 25 cm.



Algunas de las costumbres alimenticias de la Urraca la hacen altamente impopular entre los cazadores, por lo que es fuertemente perseguida en muchas zonas cinegéticas. Roba los nidos de otras aves, incluyendo los de perdiz, tanto los huevos como los jóvenes, y esto es lo que contraría a los cazadores.

A pesar de todo, puede decirse que la Urraca está distribuida por toda España, faltando ocasionalmente en determinadas zonas; pero normalmente se encuentra en apreciable cantidad y en algunos sitios su número ha aumentado en los últimos años, colonizando zonas en las que no hace mucho era desconocida. En gran parte de su área de cría, los nidos de Urraca son a veces parasitizados por el Críalo Europeo.

Las urracas normalmente viven solitarias o en pares, aunque a fin de invierno y principios de primavera pueden verse hasta cien o más en grupos ceremoniales cuyo propósito aún no ha sido comprendido. Gritan, saltan por las ramas y se persiguen unas a otras. El instinto de almacenar, común a todos los córvidos, está altamente desarrollado en estas aves. Suelen ocultar no sólo el alimento sobrante, sino también cualquier objeto brillante o coloreado que llame su atención.



Identificación: Plumaje fuertemente contrastado, negro iridiscente y blanco; cola larga cuneiforme; sexos iguales.

Nidificación: Ambos sexos construyen nido con techo, de ramitas, en arbusto o árbol, con forro de barro cubierto con raicillas; pone, abril mayo, de 4 a 7 huevos verdes claro densamente marcados con gris castaño; incubación, de unos 21 días, sólo por la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, vuelan tras unos 27 días.

Alimentación: Insectos y sus larvas, grano, frutos y semillas, huevos y aves jóvenes, otros pequeños animales y carroña; ranas, caracoles y desperdicios urbanos.
Hábitat: Monte bravío.







jueves, 21 de febrero de 2013

Rabilargos, las gaviotas del campo

 Rabilargo (Cyanopica cyanus 34cm)
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El Rabilargo tiene un área mundial de distribución verdaderamente sorprendente; la zona principal se encuentra en el sudeste de Asia, desde Rusia hasta Japón, Corea y China, mientras que en la península Ibérica, a miles de kilómetros de aquélla, queda una población relicta, que se ha conservado aislada.

Es un ave muy ruidosa y gregaria; al espantarse el bando, los miembros de éste lanzan su grito «rii-rii» mientras se alejan con un vuelo de rápidos y breves aleteos. A pesar de vivir en zonas arboladas, con mucha frecuencia se posa en el suelo para buscar pequeños animalillos y granos.

Se agrupan en pequeñas colonias y sitúan los nidos repartidos. En zonas altas, acuden a criar en mayo y junio y, una vez efectuada la reproducción, forman bandos que desaparecen de estos lugares; descienden a las planicies y observan entonces una conducta errática. Por el contrario, las aves que crían en el llano no suelen alejarse de su lugar natal.



Identificación: Su figura recuerda la de la Urraca; capirote negro brillante, alas azules con negro en el borde interior de las primarias; cola azul, larga y escalonada; partes superiores ocre claro, inferiores claras y garganta blanca; voz característica; los jóvenes tienen la cola corta; sexos iguales.

Nidificación: Nido en árboles variados, en horquilla de una rama, construido por ambos sexos, de ramitas y raicillas, forrado abundantemente con fibras, pelo y lana; pone, de abril a junio, de 4 a 9 huevos blanco sucio ocráceo con pintas castaño rojizas, más densas en el polo grueso; incubación, sólo por la hembra, unos 17 días; los pollos, alimentados por ambos padres, pero especialmente por la hembra, vuelan tras 15 ó 17 días.

Alimentación: Frutos, bayas, insectos, granos, hierbas y tallos; reptiles pequeños.
Hábitat: Monte bravío
Texto extraído de la web: www.pajaricos.es






sábado, 16 de febrero de 2013

Hora del baño (Curruca capirotada macho)

 Sylvia atricapilla 14 cm.


El capirote es la marca distintiva que da nombre a esta especie y que permite identificarla fácilmente; el resto de su plumaje es más bien discreto. Muy repartida y con frecuencia bastante familiarizada, es la que con más gusto vive en nuestros jardines. Se acomoda en las matas más diversas, tanto en las salvajes como en los macizos de boj tallado.

En marzo-abril, después de haber tomado posesión de un territorio, el macho intenta, con mímicas variadas, atraer una hembra. Durante la parada nupcial, agita tan pronto las alas como la cola, frenéticamente, e infla las plumas del pecho.

La muda se inicia a mediados de julio. Las currucas capirotadas apenas se mueven y pasan desapercibidas. Después de un período de silencio, hacia mediados de agosto, se oyen otra vez sus voces claras entre los sotos. Aunque es común criando en casi toda España, aparecen en mayor número en invierno con la llegada de multitud de aves procedentes de otros puntos de Europa. Hacia finales de septiembre arriban las avanzadas, pero es en octubre, particularmente, cuando llega el grueso de aves, que inverna principalmente en todo el centro y sur.
Identificación: Partes superiores pardo grisáceo; el macho con capirote negro, el de la hembra es pardo rojizo.
Nidificación: Nido ligero, construido principalmente por la hembra, de hierbas secas, forrado con pelo y raicillas, en arbustos u otra maleza. Pone de abril a junio, normalmente de 4 a 5 huevos, blancos teñidos de verde y jaspeados de pardo. Incubación, por ambos padres, alrededor de 12 días. Los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido después de unos 10 días.
Alimentación: Mosquitos, orugas y otros insectos; en otoño e invierno, frutos y bayas .
Hábitat: Sotos. 
Texto extraído de la web: www.pajaricos.es 








lunes, 4 de febrero de 2013

Focha común (Fulica atra 38 cm.)


Las fochas, según cuenta la leyenda, expulsaban a sus enemigos lanzándoles espuma a la cara; y la historia no está lejos de la realidad. Si un Aguilucho Lagunero o alguna otra rapaz pica sobre un bando de fochas, éstas chapotearán furiosamente hacia el carrizal más cercano levantando una nube de espuma mientras se sumergen rápidamente para ponerse a salvo.

Son aves agresivas, con un sentido territorial altamente desarrollado y muy dadas a luchas entre ellas. Prefieren masas de agua grandes y abiertas y a menudo crían en colonias poco apiñadas. Normalmente sólo lo hacen donde hay buena cubierta vegetal para los nidos. En España son comunes sobre todo en las Marismas del Guadalquivir, cuya población es seguramente la más importante del Mediterráneo.

Se reconocen fácilmente por un escudete frontal blanco, que contrasta con el negro del plumaje. En invierno se dispersan por grandes embalses y lagunas sin mucha vegetación; también se presentan en estuarios. En España recibe distintos nombres locales, aunque el más común es el de gallareta, extendido por toda Andalucía.


Identificación: Todo negro excepto escudete frontal y pico blancos, y estrecha franja blanca en el ala cuando vuela, cabeza y cuello negro más intenso; sexos iguales.

Nidificación: Ambos sexos construyen sólido nido de carrizos en aguas someras; el nido puede ser flotante o estar varado en ramas medio sumergidas; pone, de enero a mayo, de 6 a 9 huevos ocráceos con puntos negros; incubación, por la pareja, de 21 a 24 días; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido a los 3 ó 4 días, independizándose alrededor de las 8 semanas; dos crías, a veces tres.
 
Alimentación: Tallos de carrizo, raíces de plantas acuáticas; granos y semillas; algunos pececillos, tritones, renacuajos; ninfas de libélulas y otros insectos acuáticos; a veces huevos y pollos de otras aves.

Hábitat: Marismas y zonas palustres.







miércoles, 23 de enero de 2013

Curruca cabecinegra macho (Sylvia melanocephala)


Curruca cabecinegra  (Sylvia melanocephala) 14 cm


La Curruca Cabecinegra se reproduce en abundancia en toda la costa mediterránea española y realmente parece sustituir allí a la Curruca Capirotada con la que tiene un gran parecido.
Su matraqueante alarma llama poderosamente la atención. Al acercarnos, sale un momento al descubierto, nos mira atentamente desde lo alto de una rama y casi sin darnos tiempo a observarla, se vuelve a meter en el fondo del arbusto o vuela como a sacudidas hacia otro próximo.
Pocas veces se las puede ver volar grandes distancias y más a menudo pasa el tiempo husmeando entre las ramas bajas de matorrales y arbustos sin parar un instante de lanzar su característica voz. Si se observa al descubierto, permite aproximarse unos cinco metros y al volar muestra claramente las rectrices exteriores blancas de la cola. Es un pájaro de hábitos reservados al que cuesta trabajo incluso ver. 
 

Identificación: Los machos poseen la cabeza negra en contraste con el color blanco de la garganta y parte inferior de los carrillos. La espalda y dorso de las alas tienen un tono gris pizarra o ceniza oscuro con un ligero tinte pardusco. El pecho y el vientre son blancos, aquél a veces tiene un ligero tinte rosado. La cola es muy oscura, casi negra y destacando mucho el blanco de la pareja exterior de rectrices. El pico negro con la base de la mandíbula inferior más clara y los tarsos y los pies color carne. El iris de los ojos es castaño o pardo y está enmarcado por un anillo orbital de color rosa salmón en los adultos y pardo rosado en los jóvenes. Las hembras tienen un plumaje mucho más apagado. Prácticamente la cabeza tiene el mismo color pardo grisáceo que el resto de las partes superiores y no produce la impresión del encapuchado del macho. 
 
Nidificación: Ambos adultos hacen el nido con ramitas y hierbas secas, bien oculto en el fondo de un matorral, arbusto, mata de hierba, etc., a una altura que oscila entre los 25 y 90 cm; pone de 3 a 4 huevos, verdosos bastante claro, con alguna mancha gris pardo; la incubación por ambos padres, dura unos 14 días; suelen hacer dos puestas anuales. 
 
Alimentación: Principalmente insectos, pequeños moluscos y en invierno frutos.  

Hábitat: Matorrales y campos baldíos