Las
fochas, según cuenta la leyenda, expulsaban a sus enemigos lanzándoles
espuma a la cara; y la historia no está lejos de la realidad. Si un
Aguilucho Lagunero o alguna otra rapaz pica sobre un bando de fochas,
éstas chapotearán furiosamente hacia el carrizal más cercano levantando
una nube de espuma mientras se sumergen rápidamente para ponerse a
salvo.
Son aves agresivas,
con un sentido territorial altamente desarrollado y muy dadas a luchas
entre ellas. Prefieren masas de agua grandes y abiertas y a menudo crían
en colonias poco apiñadas. Normalmente sólo lo hacen donde hay buena
cubierta vegetal para los nidos. En España son comunes sobre todo en las
Marismas del Guadalquivir, cuya población es seguramente la más
importante del Mediterráneo.
Se reconocen
fácilmente por un escudete frontal blanco, que contrasta con el negro
del plumaje. En invierno se dispersan por grandes embalses y lagunas sin
mucha vegetación; también se presentan en estuarios. En España recibe
distintos nombres locales, aunque el más común es el de gallareta,
extendido por toda Andalucía.
Nidificación: Ambos sexos construyen sólido nido de carrizos en aguas someras; el nido puede ser flotante o estar varado en ramas medio sumergidas; pone, de enero a mayo, de 6 a 9 huevos ocráceos con puntos negros; incubación, por la pareja, de 21 a 24 días; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido a los 3 ó 4 días, independizándose alrededor de las 8 semanas; dos crías, a veces tres.
Alimentación: Tallos de carrizo, raíces de plantas acuáticas; granos y semillas; algunos pececillos, tritones, renacuajos; ninfas de libélulas y otros insectos acuáticos; a veces huevos y pollos de otras aves.
Hábitat: Marismas y zonas palustres.
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